El volcán de Conchagua es un punto de referencia en toda la región del Golfo de Fonseca, especialmente porque se trata de 2 puntas de más de 1000 metros de altura sobre el nivel del mar. Muchos de los turistas que visitan El Salvador agendan en su itinerario una excursión a este gigante dormido, al que también se le llama “El guardián del Golfo”.
De hecho, este impresionante monumento natural de El Salvador se encuentra a orillas de este golfo, totalmente cubierto de vegetación y desde su cima se pueden obtener vistas realmente alucinantes.
VOLCÁN DE CONCHAGUA - Volcanes de El Salvador. Foto por Esaú González. Unsplash.
Visitarlo es vivir toda una experiencia en un lugar fascinante, para disfrutar de su agradable clima y la maravillosa naturaleza que lo rodea.
Datos de Volcán de Conchagua
País: | El Salvador |
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Departamento: | La Unión |
Categoría: | Volcanes |
Municipio: | Conchagua |
Elevación: | 1,225 m |
Prominencias: | Cerro Ocotal y Cerro Banderas |
Ubicación de Volcán de Conchagua
Origen e historia del Volcán de Conchagua
Con una altura de 1,242 metros sobre el nivel del mar, el Volcán de Conchagua se alza al oeste de unos de los extremo del Golfo de Fonseca y, desde su cima, puede apreciarse una extraordinaria panorámica que incluye parte de Nicaragua y Honduras, además de todas las pequeñas islas del golfo, así como la zona costera del municipio de Conchagua en el departamento de La Unión, donde se ubica.
Se trata de un complejo volcánico, que según el geólogo salvadoreño Walter Hernández está comprendido por dos conos. El Banderas situado en el oriente y el Ocotal en el occidente, el de mayor altura y antigüedad, recibiendo ambos la visita de turistas y locales que acampan es sus espacios permitidos.
A pesar de que la vulcanología ha avanzado, no se han hecho estudios que realmente confirmen cómo ni cuándo se formó el volcán de Conchagua, de lo que sí se tiene constancia es que no ha tenido actividad en cientos de años, o por lo menos, que se haya registrado.
Los expertos lo catalogan como un estratovolcán, una categoría para los volcanes de gran altura. Igualmente se compone de varias capas de lava endurecidas a través de los años.
Su nombre proviene del dialecto Lenca, la tribu que habitó la zona volcánica de Conchagua en tiempos remotos y significa “valle estrecho”, aunque hay expertos que afirman que se trata de una variación del nombre “Comizahual”, una heroína de la región, deformándose a lo largo de los años hasta la pronunciación actual.
Es interesante que, a pesar del debate sobre el origen de su nombre, entre los lugareños de Conchagua se lo llame “cerro”, pues para ellos parece más una elevación geográfica en el relieve costero que lo que en realidad es, un volcán.
Clima, Flora y Fauna en el Volcán de Conchagua
En el volcán de Conchagua, así como en toda la región inmediata, el clima es cálido, con leves bajas en las temperaturas que apenas refrescan. La oscilación de las temperaturas va de 24° a 33° C, aunque se han registrado temperaturas de 21° C.
La temporada calurosa va desde la tercera semana de febrero hasta los primeros días de mayo, con temperaturas de hasta 33° C, siendo abril el mes más caluroso.
Mientras que la temporada fresca comienza desde la segunda semana de septiembre y llega hasta la primera del mes de noviembre, registrando un promedio en la temperatura de 31° C, siendo septiembre el mes más frio del año, con registros de hasta 24° C.
Esto ha favorecido a que la flora en las faldas del volcán sea abundante, incluso, se han desarrollado bosques de coníferas y pinos, por supuesto, están protegidos por las autoridades del parque, aunque sí se puede pasear por ellos. Además, hay presencia de otros árboles y hierbas propias del trópico que hacen que algunos tramos sean inaccesibles.
Por su parte, la fauna en la zona del volcán es variada, lo que permite a los visitantes observar algunas especies de monos, como el mono araña; al igual que se pueden ver el venado de cola blanca y el singular Cotuza, un roedor que solo habita en Centroamérica y Sudamérica.
Actividades que podemos realizar
El trayecto a cualquiera de las puntas del volcán de Conchagua brinda muchas oportunidades para admirar la naturaleza del lugar o hacer senderismo en ciertos tramos, pero la más importante es subir hasta los cráteres y disfrutar de la asombrosa vista que ofrece desde sus miradores.
En el camino de subida se encuentra una torre que sirve de vigía,desde donde se puede observar parte del golfo y el paisaje que lo rodea; ahora, si deseas llegar hasta la cúspide del volcán, debes contratar uno de los vehículos de tracción doble que prestan el servicio de transporte hasta la cima.
La cima del Conchagua ofrece un área habilitada para acampar, así que puedes pasar la noche y mirar los atardeceres o la salida del sol en la costa. Asimismo se puede aprovechar las horas más tempranas y frescas para dar caminatas matutinas y explorar otros miradores del lugar.
Comentan los visitantes que cada amanecer en el Conchagua es un espectáculo tan hermoso y admirable, que deja sin aliento.
El paseo hasta lo alto del volcán es recomendable hacerlo con la supervisión de alguna de las empresas que ofrecen tours, para mayor seguridad; sin embargo, es opcional. Lo que sí es obligatorio es notificar a las autoridades la intención de pernoctar en las áreas destinadas, para poder obtener su autorización.
Otra actividad interesante es visitar las zonas de lava que se han endurecido con el paso de los siglos, aunque solo es una actividad sencilla, puede ser educativo para los niños y a los que les causa curiosidad ver y conocer los diferentes tipos de roca volcánica.
Precios y horarios de visita
El acceso a las zonas de los miradores y la cúspide están controlados por la CODECA, una entidad que protege las inmediaciones; en efecto, para entrar en la primera zona destinada al camping, los guardias deben abrir un portón y, aunque no hay un precio fijo estipulado, es común que los visitantes den una contribución por el servicio.
En todo caso, se cuenta con una zona privada para acampar en lo alto del Volcán de Conchagua, que incluye el servicio de transporte por $10 ida y vuelta en un camión algo rústico, pero adaptado al terreno del lugar. El precio para acampar se cobra aparte y dependiendo del número de personas que conformen el grupo o de manera individual, si es el caso.
Es importante señalar que en estas áreas solo hay servicio de agua potable y algunos otros básicos como sanitarios y un pequeño local con ventas de golosinas, por tanto, es recomendable llevar lo que se va a consumir, así como una carpa resistente a los fuertes vientos del lugar y lo necesario para pasar la noche con más comodidad.
Tampoco hay un horario fijo de visitas en el volcán, más allá de no permitir el tránsito de visitantes durante la noche, pero las compañías de tours sí lo tienen, así que si las vas a contratar consulta sus horarios en sus respectivas webs o en las oficinas físicas.
El Ministerio del Ambiente de El Salvador, ha declarado a este complejo volcánico como zona protegida, por ello, es necesario cuidar las áreas visitadas, a manera de conservar este patrimonio natural salvadoreño.
Lugares cercanos que visitar
Independientemente de sus puntos turísticos más cercanos, los conos volcánicos de Octal y Banderas, se puede disfrutar de algunas de las playas del municipio conchagüense, como el Tamarindo, Playa Blanca, Playas Negras, El Jaguey y Playitas, entre muchas otras, donde encontraras numerosos locales y restaurantes de comida con productos frescos del mar para deleitar tu paladar.
Por cierto, en playa Las Tunas, se puede pasear por el Estero El Encantado, observando las gaviotas entre los numerosos manglares y a los pescadores lugareños realizando su faena.
Si el tiempo es favorable y alcanza para continuar descubriendo atractivos cercanos al Volcán Conchagua, es recomendable llegar hasta el casco histórico del municipio y conocer su bellísima iglesia colonial, la más antigua de El Salvador y no dejes de ir al Pupusodromo, frente al parque central, donde podrás degustar las más exquisitas pupusas revueltas al aire libre y en una agradable ambiente familiar.
Sin duda alguna, vale la pena viajar hasta Usulután y recorrer la senda hasta la cresta de este coloso de la costa de El Salvador y sus alrededores, llenos de historia, tradiciones y paisajes únicos e inolvidables. Un paseo imperdible!