¿Sabías que El Salvador tuvo más de un Himno Nacional? Así es, la historia salvadoreña es tan rica y diversa, que a través de los años se dieron a conocer 4 himnos. Cada uno realza la época en la que fue compuesto, pero de todos, uno se convirtió en el canto del pueblo.
Un canto que inicia saludando a la patria, habla de libertad, de cómo un pueblo luchador alcanzó su independencia. En definitiva, toda la historia de una nación, cuyas tradiciones antiquísimas, aún se encuentran vigentes.
HIMNO NACIONAL DE EL SALVADOR - Tradiciones de El Salvador. Foto por Presidencia El Salvador. Flickr.
Sin más, te invitamos a descubrir y conocer uno de los símbolos patrios más importantes de El Salvador, el Himno Nacional.
Origen e historia del Himno Nacional de El Salvador
El Himno Nacional fue compuesto en el año de 1879, pero no fue hasta 1953 que se declaró como tal y pasó a formar parte de los símbolos patrios de El Salvador. Curiosamente, antes y después de este periodo, se crearon otros himnos como parte de los diferentes mandatos presidenciales de la época.
El orden cronológico de la composición y creación de cada himno es el siguiente.
La Granadera (1823-1839)
La Granadera fue el himno que compartieron los estados que conformaron las Provincias Unidas del Centro de América. Su uso se hizo oficial con la entrada de El Salvador a la federación hasta 1929.
Sin embargo, fue adoptado por las otras naciones hasta 1839, pero en el caso de Guatemala, se ha convertido en su Himno Nacional actual. Por otra parte, fue compuesto por Rómulo Ernesto Durón en 1823 y no existen datos sobre quién realizó su adaptación musical.
El Constitucional (1867)
El himno mejor conocido como El Constitucional fue escrito entre septiembre y octubre de 1866, pero fue el 24 de enero de 1867 que se ejecutó de forma oficial, luego haber sido declarado como Himno Nacional.
Este fue escrito por el Dr. Tomás Muñoz con música de Rafael Orozco, quien fuera el Director de la Banda Militar de la época. Su composición general fue un homenaje al entonces presidente, Francisco Dueñas, por lo que luego de su derrocamiento, no se volvió a cantar.
Himno Nacional (1879)
Por mandato del presidente Rafael Zaldívar surge el Himno Nacional de 1879, compuesto por el artista y compositor italiano Giovanni Aberle junto al General Juan José Cañas. Este último, político, poeta y militar originario del Departamento de San Miguel.
Se estrenó oficialmente el 15 de septiembre de 1879 en los patios del antiguo Palacio Nacional. Al acto asistieron los líderes políticos de El Salvador, niños y jóvenes estudiantes de la capital, y un gran número de habitantes.
Curiosamente, este fue el único Himno Nacional que no se declaró como tal durante su primera ejecución. Sin embargo, más adelante recibe tal reconocimiento, convirtiéndose en el único himno de la nación.
El Salvador Libre (1891)
Después del himno de 1879, para el año 1890 se designa un nuevo presidente por lo que se deja de entonar este canto. Ahora con el Gral. Carlos Ezeta en la presidencia, se exige la creación de un nuevo himno el cual se dio a conocer como El Salvador Libre.
Este fue compuesto por el músico Césare Giorgi-Vélez, cuya letra fue reconocida como Himno Nacional el 8 de junio de 1891. El himno como tal, se dejó de ejecutar tras ser derrocado el gobierno de Ezeta.
Decreto Legislativo (1953)
Después de los hechos que llevaron a la salida del poder del Gral. Ezeta, se retomó el himno de 1879 como Canción Nacional, dada su importancia y el manifiesto patriota de su letra. Sin lugar a dudas, fue el pueblo que, por tradición, dieron tal distinción al himno de Aberle y Cañas.
Su reconocimiento oficial como Himno Nacional tuvo lugar el 13 de noviembre de 1953 como parte del Decreto Nro. 1231 emitido por la Asamblea Legislativa. En dicho decreto, se establece un artículo que especifica, que todos los himnos anteriores y posteriores quedan excluidos de tal distinción.
Para el año 1972 se promulga la Ley de Símbolos Patrios, en la que una vez más, se especifica que el único Himno Nacional y por ende, símbolo de la nación es el elegido en 1953 y compuesto en 1879.
Significado del Himno nacional
El Himno Nacional de El Salvador está constituido por tres estrofas y un coro, donde se manifiesta el espíritu pacífico del pueblo salvadoreño. Ahora bien, las primeras líneas están dedicadas a la patria, por lo que se ha descrito como un saludo enaltecido y lleno de orgullo.
De igual forma, representa el llamado patriótico en pro del bienestar de todo el pueblo. Seguidamente, se presenta el mensaje e ideal de paz, progreso y libertad; la necesidad de la nación por defender los derechos de todos.
Se enfatiza en el respeto por el otro, sin importar su origen o raza. Valores basados en la aceptación de los ideales, el diálogo y la convivencia. Después de esta primera estrofa y el coro, le precede una enfocada al heroísmo y a la gran historia de lucha por la libertad de El Salvador.
Los próceres independentistas son los protagonistas en esta sección del himno, ya que se muestran todos sus ideales y su entrega. Se describe la fidelidad que guardaron a la patria y la actitud que mantuvieron durante la lucha que dio como resultado, la libertad.
La última y tercera estrofa, significa respeto y el deseo de paz que se desea tener con el resto de las naciones del mundo. De forma general, el Himno Nacional de El Salvador se resume en un canto de paz para todos, progreso y desarrollo en común con el pueblo.
Un himno que más que describir las intensas batallas por la independencia, engloba la historia de un pueblo luchador. Que además, se convirtió en la principal protagonista para traer la paz, construir nuevos ideales, enaltecer sus tradiciones y derrocar la injusticia.
Himno Nacional de El Salvador
Coro:
Saludemos la patria orgullosos De hijos suyos podernos llamar; Y juremos la vida animosos, Sin descanso a su bien consagrar.
Primera Estrofa:
De la paz en la dicha suprema, Siempre noble soñó El Salvador; Fue obtenerla su eterno problema, Conservarla es su gloria mayor.
Y con fe inquebrantable el camino Del progreso se afana en seguir Por llenar su grandioso destino, Conquistarse un feliz porvenir.
Le protege una férrea barrera Contra el choque de ruin deslealtad, Desde el día que en su alta bandera Con su sangre escribió: ¡LIBERTAD!
Segunda Estrofa:
Libertad es su dogma, es su guía Que mil veces logró defender; Y otras tantas, de audaz tiranía Rechazar el odioso poder.
Dolorosa y sangrienta es su historia, Pero excelsa y brillante a la vez; Manantial de legítima gloria, Gran lección de espartana altivez.
No desmaya en su innata bravura, En cada hombre hay un héroe inmortal Que sabrá mantenerse a la altura De su antiguo valor proverbial.
Tercera Estrofa:
Todos son abnegados, y fieles Al prestigio del bélico ardor Con que siempre segaron laureles De la patria salvando el honor.
Respetar los derechos extraños Y apoyarse en la recta razón Es para ella, sin torpes amaños Su invariable, más firme ambición.
Y en seguir esta línea se aferra Dedicando su esfuerzo tenaz, En hacer cruda guerra a la guerra: Su ventura se encuentra en la paz.
